sábado, 11 de abril de 2009

TERTULIA LITERARIA EN LA U.de A.

DIRECTOR DEL GRUPO DE TERTULIA DE LA U.de A.
ASISTENTES INVITADOS AL HOMENAJE Y FAMILIARES


PROFESORES LUIS MARINO CAICEDO Y ARCESIO MOSQUERA

COMPAÑERAS DEL PREGRADO EN GESTIÓN CULTURAL DE LA U. de A.

Y LITERATOS INVITADOS

MAESTRO CONCEPCIÓN CASTILLO DÍAZ




EVIDENCIAS FOTOGRÁFICAS

viernes, 10 de abril de 2009

APORTE A LA DIVERSIDAD SOCIO-CULTURAL DE TURBO

DIVERSIDAD ÉTNICA

APORTE DE LA DIVERSIDAD SOCIO-CULTURAL A LA IDENTIDAD TURBEÑA Y EL ORIGEN DE LA GASTRONOMÍA.

Por CONCEPCIÓN CASTILLO DÍAZ

Geografía de Turbo:

Descripción Física:
Turbo es el municipio más grande de Antioquia y está conformado por 17 corregimientos y 230 veredas, que junto con su casco urbano son habitados por cerca de 113 mil habitantes.

Límites del municipio:
Por el Norte: Municipio de Necoclí y Municipio de Arboletes.

Por el Este: Municipio de San Pedro de Urabá, Municipio de Apartadó, Municipio de Carepa y Municipio de Chigorodó.

Por el Sur: Municipio de Mutatá.

Por el Oeste: Municipio de Río sucio y Municipio de Unguía.

Extensión total: 3.055 Km2

Extensión área urbana: 11.9 Km2

Extensión área rural: 3043,1 Km2

Altitud de la cabecera municipal (metros sobre el nivel del mar): 2 mts

Temperatura media: 28º C

Distancia de referencia: 373 Kms de Medellín.

El 28 de Agosto de 1840 el presidente José Ignacio de Márquez dispone la fundación de Turbo, para lo cual cede ocho mil fanegadas de Tierra baldía. Siente años después (1847) el presidente Tomás Cipriano de Mosquera erige a Turbo como Distrito Parroquial.

Luego de este hecho trascendental en la historia de Turbo, ocurren varios cambios geopolíticos en torno a su pertenencia: en 1848 pasa a jurisdicción del departamento de Antioquia, en 1850 Turbo es anexado al Chocó, en 1856 se le traslada al estado del Cauca.

Mientras, el distrito parroquial de Turbo se iba conformando como población. Sus primeros pobladores vinieron del Chocó, Panamá y Cartagena, se asentaron en pequeñas parcelas a lo largo del caño Chucunate, construyeron sus ranchos de paja y en sus solares sembraron arroz, yuca ñame, plátano, cocos y árboles frutales. La pesca y la caza eran abundantes y el comercio lo realizaban entre sí por medio del trueque, intercambiando los excedentes de producción. La medicina la ejercieron los botánicos, los secreteros y las parteras.

La tagua y el caucho movilizaban la recepción de emigrantes a Turbo, el cual se comunicaba por mar con Cartagena, Panamá y Colón, y por el Río Atrato con Quibdó. Los viajes a Medellín, de acuerdo a la época del año, se hacían a pie o en mula y duraban de quince días a un mes.

En 1905, por la Ley 17 de abril 10, Turbo regresa definitivamente a Antioquia.

En 1909 se termina la explotación del caucho y en 1920 el invento del plástico reemplaza la tagua y en 1926 se inicia la carretera al mar, terminada en 1954, año en el que la historia de Turbo se divide en dos. El general Rojas Pinilla inaugura la carretera, el puerto se vincula al fin con la capital de la montaña y las relaciones que habían sido antes con Panamá y Cartagena viran hacia el interior del país. Con la llegada de la carretera al mar se inicia un período de desarrollo económico y social, que le reporta y les trae grandes beneficios a los residentes del lugar, y con ello comienzan a abrirse los espacios y las oportunidades de educación para cada uno de sus habitantes

Con la llegada de la carretera se inicia la pronunciación antioqueña, comienza un período de desarrollo económico y social, que le reporta y les trae grandes beneficios a los residentes del lugar. Arrieros, aserradores, refugiados políticos y evadidos de la ley colonizaron a lado y lado de la carretera, Fundando enclaves maderos como Apartadó, Currulao, El Dos y El Tres. La carretera también promovió la agroindustria en la región, por eso en 1959 se establece la frutera de Sevilla en Turbo, luego, en 1963 se hizo el primer cultivo de banano y al año siguiente (1964) se hizo el primer embarque.

En 1965 ya había diecisiete mil hectáreas de banano sembradas en la región el crecimiento de la frontera bananera, platanera se expande con la misma fuerza de la abonanza ganadera. El fenómeno de la ganaderización en todo el municipio está terminando con la economía parcelara.

El cultivo del plátano es el líder y único cultivo del campo que les permite subsistencia a los campesinos, la inestabilidad de los precios del maíz y la yuca hicieron decaer la producción y dieron origen a la bonanza marimbera en la década de 1970 y la abonanza de la coca en la década de 1980.

En la década de 1990 se recrudece la violencia de los actores en conflicto que luchan por el dominio y posesión del territorio dando origen al desplazamiento de los campesinos.

Turbo es un puerto internacional sin muelle, que surte de banano a todos los países del mundo, es un puerto fluvial de la cuenca del río Atrato que se comunica con Quibdó y puertos intermedios, es un puerto de cabotaje que sostiene un comercio regular con Cartagena, las costas del Urabá chocoano y Colombo-Panamá.

Hoy, el Golfo de Urabá, en su mayor extensión, pertenece al municipio de Turbo desde Punta Caimán hasta Bocatarena, incluyendo las diecisiete bocas y el delta del Río Atrato

Bahía Pisisí o bahía Turbo es el único puerto existente en Antioquia por eso los habitantes de este municipio reclaman la construcción del puerto internacional de aguas profundas que les permita erguirse como un puerto promisorio sobre el caribe colombiano.

Desde la época de los 70, la región de Urabá y con ello, el municipio de Turbo, han sido cuna de diferentes eventos y manifestaciones culturales representados en cada uno de sus artistas, exponentes y baluartes de su folclor y de su cultura, y que en sus inicios de vida municipal fue poblado por colonos procedentes de los Departamentos del Chocó, Córdoba y de la Costa Norte Caribeña, especialmente de la ciudad de Cartagena, debido a los constantes intercambios comerciales de productos agrícolas y otras modalidades de comercio, vía fluvial, en grandes embarcaciones con muchas facilidades de desplazamiento entre sus puertos, lo que dio origen a ese conocido arraigo cultural similar al del pueblo bolivarense, con gran derroche de alegría y de mucha creatividad al momento de celebrar y mostrar su casta y su tradición ancestral.

Con el transcurrir de los años, vino el desarrollo y el crecimiento urbanístico de esta población, debido a la construcción de nuevas vías carreteables y la facilidad de comunicación con las otras poblaciones del interior del país, lo que permitió la gran confluencia y la fusión de las distintas etnias asentadas en su territorio, hecho éste que vino a expandir y a potenciar aún más sus fortalezas culturales con diferentes platos típicos en su variada y exquisita gastronomía; nuevas expresiones y manifestaciones culturales conformadas por creencias, mitos y leyendas propios de la región y enriquecida con las expresiones y los aportes hechos por los nuevos habitantes; nuevos ritmos y aires musicales y las nuevas expresiones y tendencias dancísticas, junto a la participación de la cultura centroamericana, la cual se introdujo en su medio con sus sonidos afro caribeños y con la innovación de un ritmo llamado reggaetón y otras expresiones que se han aculturizado en su territorio.

Hablar de la variedad gastronómica del área urbana del municipio de Turbo, implica escudriñar en el pasado las costumbres de sus raíces ancestrales, que en sus inicios comenzó con una población netamente oriunda del pueblo panameño, atrateño y bolivarense debido a la facilidad de intercambio comercial vía marítima, a través de embarcaciones de gran calado, e incluso hasta de mediana capacidad, en donde se transportaban toda clase de artículos comerciales, según palabras de las personas abordadas que colaboraron con el desarrollo de este trabajo, igualmente otra fuente de investigación, como es su himno, aporta mucho al enriquecimiento de la temática tratada, y que en una sus estrofas dice:

Turbo nace justo con la tagua,

El caucho y albingia alemán.

Cartagena le sumistraba,

Del café hasta la ropa y el pan”.

Según el Escritor e Historiador antioqueño, Don Luís Vélez, el poblamiento de Turbo sufrió varias etapas, las cuales influyeron directamente en su mezcla y variedad gastronómica. Una primera etapa ocurrió con la inmigración de colonos cartageneros, sus primeros fundadores, quienes cultivaron las tierras de Chocante y del sector de Casanova, y su alimentación era en base al arroz con coco, el pescado de mar, con el que preparaban el sancocho de pescado; el seviche de camarón y demás platos de mariscos; su mejor plato, el cangrejo guisado o sancochado con plátanos, la carne molida y las pampas de banano. Dulces como las cocadas de ajonjolí, la cocada de coco con panela, los turrones de azúcar y otra variedad de dulces elaborados con diferentes frutas propias de sus cultivos; los quekis, una especie de pan dulce, los frijolitos negros y el arroz de frijolitos exclusivos de la Semana Santa. La segunda etapa vino con los pobladores del Chocó, quienes arribaron al puerto a través del Atrato Medio e influyeron de manera importante en la mesa del turbeño, con todos aquellos preparados que se refieren al pescado de río, como el tapado de bocachico, propio de la Ciénaga de Marriaga y otros lugares; el fricaché, un rico plato preparado con la carne de los peces dentón, doncella, móchalo y bagre. De igual manera, aportaron la panela y los panes chocoanos, las galletas cucas, la viuda, la sopa de queso y el sancocho trifásico que se compone de carne salada, carne fresca y huesos o carne de gallina. La tercera etapa se dio con la colonización antioqueña y sinuosa, quienes llegaron a pie; estos últimos poblaron a Urabá por la parte del Shinú, Arboletes, luego Necoclí, y finalmente San Pedro y demás lugares donde se asentaron los emigrantes del departamento de Córdoba y de Sincelejo, y cuya alimentación es propia de sus crías de animales y sembrados como la yuca, el ñame, el plátano, los que comen sancochados y acompañados de suero casero y de queso; el plato de arroz pilado y cocido con coco y adornado de gallina guisada, al igual que el sancocho de gallina criolla, el peto, el bollo de maíz tierno, llamado bollo de maíz verde, la carimañuela. También preparaban el café mezclado con leche y degustado con unos panecillos fabricados con harina de trigo. Los antioqueños, penetraron a Urabá por Urrao siguiendo el curso del río Atrato y llegando a Turbo; estos aportaron la rica bandeja paisa la cual es una mezcla de arroz, fríjoles con garra, arepa, aguacate y carne guisada con un huevo y la mazamorra con un pedazo de bocadillo como sobremesa; la morcilla, los chuzos asados de carne de res o de cerdo; la rica arepa asada con chocolate caliente o con un pocillo cargado de agua de panela, los asados, la pulpa de tamarindo y sus ricas y frescas frutas con gran variedad de sabores. Por otro lado hicieron su aporte en las ricas ensaladas, por la comercialización de legumbres venidas de la capital y demás regiones del departamento, gracias a la construcción de la carretera al mar, lo que también contribuyó con la variación gastronómica, y con la aparición del tamal tolimense y de otros platos traídos del interior del país y una diversidad de comidas internacionales.

El escritor e historiador Fernando CEE, muy conocido en Turbo y en la Región de Urabá por sus detalladas Monografías sobre estos lugares del Occidente Antioqueño, aportó datos importantes para el enriquecimiento de esta investigación, al confirmar lo dicho por el historiador antioqueño Don Luís Vélez, cuando expresa que la pluralidad étnica establecida actualmente en Turbo y conformada por colonos bolivarenses venidos de las islas de Barú, Pasacaballo y todos los alrededores de Cartagena; los chocoanos del Medio y Bajo Atrato; los sinuanos de los pueblos de Sucre y Córdoba y los antioqueños en general, ha sido la base primordial al engrandecimiento de la cocina turbeña, que fueron personas de espíritu aventurero que se vinieron en busca de trabajo, a plantar la tagua, primer cultivo productivo de este lugar, plantando de igual forma sus gustos y costumbres como las Festividades del 11 de Noviembre o celebración de la independencia de Cartagena, establecida de idéntica manera en este municipio; las fiesta del Hecce Homo característica de los pueblos chocoanos; las corralejas y el fandango de los pueblos sinuanos, y las cabalgatas y feria de las flores de los arrieros antioqueños, incrementando de esta forma, el patrimonio cultural tangible e intangible del Distrito Especial Portuario de Turbo.

En los demás aspectos, la diversidad cultural arraigada en Turbo, ha influido notoriamente en el desarrollo gradual y cultural de nuestro municipio, como es el caso de las prácticas religiosas:

- El Catolicismo: con un alto porcentaje del 70% (primeros pobladores: bolivarenses, antioqueños, cordobeses y chocoanos).

- Protestantes: el resto de la población, 30%, divididos entre:

- Los Evangélicos.

- Los adventistas.

- Los Testigos de Jehová.

- Otras sectas religiosas.

Cabe anotar que los adeptos a la religión protestante son en su mayoría oriundos

Del Dpto. del Chocó y del Dpto. de Córdoba, con una poca asistencia de los

Nativos de las otras regiones que habitan en el lugar.

En el Aspecto Político:

Ø En sus inicios de vida municipal:

- El Partido Liberal: en un mayor porcentaje, pobladores del Chocó y de Bolívar con una minoría antioqueña.

- El Partido Conservador: pobladores de Antioquia y del interior del país con poca participación de los habitantes de las costas Atlántica y Pacífica.

Ø En los Finales de los 70 e inicio de los 80:

Aparición de los grupos políticos de izquierda:

- La Anapo

- El Moir

- La UP

Ø Finales de los años 90 -2006. Nacimiento de nuevas ideologías políticas:

Polo Democrático, Cambio Radical, Alas Equipo Colombia, Partido de la U, Colombia

Democrática y otros.

Fernando Keep sugiere que con estas manifestaciones culturales y su variada riqueza gastronómica, religiosa, política y natural como la flora, la fauna, el ecosistema manglar y con la nueva distinción a Distrito Especial Portuario, la administración municipal y todos sus habitantes deben explotar el turismo ecológico y natural como fuente de ingreso económico y social, para alcanzar una mejor calidad de vida y darle una mayor proyección nacional e internacional a este lugar, y así convertir todo este emporio cultural y turístico en una industria rentable para sus gestores y para toda la comunidad en general.

Ø En el Aporte Cultural del baile y la música:

- Antioquia y el Interior: pasillo, vals, tango, pop-carrilera, balada, rock metálico, trance, tropical, ranchera, etc.

- Costa Atlántica: cumbia, mapalé, fandango, vallenato, cumbión, bullerengue, reaggueton, champeta, la puya, la gaita, Calipso, etc.

- Córdoba y el Sinú: música de viento: porro; décimas, el son, etc.

- Costa Pacífica: currulao, la salsa, chirimía, abozao, bunde, etc.

Como lo recuerda Lamo Espinosa en documento “Una Propuesta De Las Ciudades Para El Desarrollo Cultural”: “la cultura siempre ha presentado dificultades de adaptarse con prontitud a los cambios sociales, tecnológicos y económicos, y responder ágilmente a las transformaciones sociales que conlleva”. Desde este punto de vista, la carrera de Gestión Cultural podrá ser tomada como el punto de apoyo para el estudio, fortalecimiento y estructuración del potencial artístico y cultural existente en la zona, tendiente a implementar una nueva fusión cultural en el municipio de Turbo, pero con la ayuda de personas comprometidas con esta tarea, y conocedoras de la gran importancia que para el desarrollo y beneficio de una sociedad posee el cultivo de la cultura, con nuevos perfiles ocupacionales que garanticen su perdurabilidad, y la reafirmación de las investigaciones de su patrimonio cultural tangible e intangible a fin de salvaguardar y difundir la memoria pluricultural que encierra esta región, especialmente el municipio de Turbo. Afirmando que la cultura significa civilización, ésta se podrá edificar siempre a partir de unos valores que den paso a unos derechos y deberes que quedan fundamentados en los ordenamientos jurídicos. La reciente globalización y su indudable dimensión cultural adolecen de marcos de referencia internacionales y de acuerdos que permitan gestionar el carácter público, comunitario o constituyente de la cultura, más ahora con la oportunidad que se le presenta a la Región de Urabá con la nueva estratificación del municipio de Turbo erigido Distrito Especial. La lucha contra la pobreza y la inclusión social constituyen aspectos fundamentales en este proceso. A la vez, la cultura no puede desarrollar su dimensión constituyente sin una participación ciudadana más profunda, sin abordar los mecanismos de construcción de la identidad, sin implicar la nueva ciudadanía procedente de las migraciones recientes, sin valorizar la solidaridad para con nuestros conciudadanos, sin incorporar las identidades múltiples y en evolución, sin priorizar la educación y la cultura como aspectos transversales de la vida de las personas.

En el método de la Ecología Cultural de Julian Steward, se puede vislumbrar una profunda descripción de lo que significa el nacimiento de un pueblo, que a la par con su legado cultural, ha luchado día a día por trascender y por conservar sus tradiciones, que son el alma y espejo de toda una vida llena de vicisitudes y de abatares, pero con el firme propósito y la convicción de encontrar un mejor futuro, fusionando los distintos aportes culturales en una sola tradición cultural en una relación directa de convivencia y de sometimiento de sus habitantes con un medio natural, al cual han logrado adaptarlo y transformarlo para su usufructo y beneficio; es aquella interrelación con su cultura, con las modernas tecnologías de las que se han valido para cabalgar de la mano con el progreso, lo que ha incidido en el amoldamiento de sus conductas y de sus comportamientos y que les ha servido para llevar una relación de sana y pacífica convivencia como lo han demostrado sus habitantes, siendo cumplidores y respetuosos de las normas y de las leyes que atañen al regulamiento de una sociedad.

BIBLIOGRAFÍA:

- Monografía de Turbo I parte, KEEP Fernando, Edit. Universidad de Antioquia.

- Monografía de Urabá-Turbo II parte, KEEP Fernando, sin editar.

- Entrevista a Don Luís Vélez, Historiador de Turbo.

- Entrevista al Escritor Fernando Keep.

- Encuesta Escrita ha algunos Colonos residentes en el área Urbana de Turbo.

- Himno de Turbo del Escritor y Poeta turbeño Tomás Corpas Díaz.

- Portal en Internet del Puerto Especial de Turbo.

Uribe, María Teresa en Documento, “Ética y Política”. Estudios Regionales U. de A. Medellín Colombia. Páginas 67-74.

Corpas, Tomás. Año 2002. “Breve Historia de Turbo”. Apartadó Ant.: Diseño e Impresión Ltda.

Keep, Fernando. Monografía de Urabá-Turbo II parte. Aún sin editar.

Plan de Desarrollo del Distrito Especial Portuario 2008-2011. Turbo Ant.



SÍMBOLOS DEL MUNICIPIO DE TURBO

SÍMBOLOS DEL MUNICIPIO DE TURBO

ESCUDO DEL MUNICIPIO DE TURBO
WAFFE O PUERTO DEL MUNICIPIO TURBO

BANDERA DEL MUNICIPIO DE TURBO



jueves, 9 de abril de 2009

TURBO DISTRITO ESPECIAL PORTUARIO

Cuando escribí este ensayo, todavía gozabamos de este privilegio, por eso, la etiqueta de entrada,
qué ironía: Turbo Distrito Especial Portuario.

EL FUTURO DE LA GESTIÓN CULTURAL EN URABÁ

LA CULTURA DE LA MANO CON EL CAMBIO SOCIO-POLÍTICO DE TURBO”

(ENSAYO)

Por:

CASTILLO DÍAZ CONCEPCIÓN

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

REGIONAL DE URABÁ

TURBO

TURBO, 10 DE NOVIEMBRE DE 2007

LA CULTURA DE LA MANO CON EL CAMBIO SOCIO-POLÍTICO DE TURBO

(ENSAYO)

Es placentero para los habitantes de una población saber que su terruño ha sido escogido entre muchos otros, para afrontar nuevos retos desde el punto de vista administrativo, y que irán a redundar en una mejor forma de vida para toda su comunidad. Es el caso del Puerto Internacional de Turbo, que ahora es erigido como Distrito Especial Portuario, nominación ésta que lo lleva a estar a la vanguardia del desarrollo socio-económico, político y cultural de Urabá, al lado de otras ciudades representativas de este hermoso País colombiano.

Desde el punto de vista socio- económico, la cultura se verá beneficiada por las múltiples oportunidades de crecimiento y de cambio que esta distinción acarrea, y con ello también, una nueva propuesta en el campo educativo llamada Gestión Cultural, la cual está haciendo sus primeros pinitos en la región, con el propósito de fundamentar y de enriquecer el inmenso emporio artístico y cultural que es patrimonio propio de esta tierra, y que en los últimos años se ha venido enriqueciendo con los nuevos aportes que han hecho los habitantes que han arribado a esta localidad procedentes de los distintos lugares vecinos y circunvecinos, los que por muchas circunstancias han tenido que desplazarse de sus lugares de origen.

Desde la época de los 70, la región de Urabá y con ello, el municipio de Turbo, han sido cuna de diferentes eventos y manifestaciones culturales representados en cada uno de sus artistas, exponentes y baluartes de su folclor y de su cultura, y que en sus inicios de vida municipal fue poblado por colonos procedentes de los Departamentos del Chocó, Córdoba y de la Costa Norte Caribeña, especialmente de la ciudad de Cartagena, debido a los constantes intercambios comerciales de productos agrícolas y otras modalidades de comercio, vía fluvial, en grandes embarcaciones con muchas facilidades de desplazamiento entre sus puertos, lo que dio origen a ese conocido arraigo cultural similar al del pueblo bolivarense, con gran derroche de alegría y de mucha creatividad al momento de celebrar y mostrar su casta y su tradición ancestral.

Con el transcurrir de los años, vino el desarrollo y el crecimiento urbanístico de esta población, debido a la construcción de nuevas vías carreteables y la facilidad de comunicación con las otras poblaciones del interior del país, lo que permitió la gran confluencia y la fusión de las distintas etnias asentadas en su territorio, hecho éste que vino a expandir y a potenciar aún más sus fortalezas culturales con nuevos ritmos y aires musicales y las nuevas expresiones y tendencias dancísticas, junto a la participación de la cultura centroamericana, la cual se introdujo en su medio con sus sonidos afro caribeños y con la innovación de un ritmo llamado reguetón y otras expresiones que se han aculturizado en su territorio.

Con todo este potencial de argumentos artísticos, la Gestión Cultural se presenta como el instrumento mediador de las expresiones culturales entre sus actores de turno como lo son los cultores y los entes gubernamentales para lograr la consolidación definitiva de la cultura como agente de desarrollo social de la comunidad en general. Pero para ello se necesita reconocer el valor individual y el valor de la diversidad cultural presente en esta región, a través de mecanismos que garanticen la preservación de las identidades existentes, las cuales se hayan amparadas en las normas jurídicas legales y en las normas institucionales dispuestas para tal fin para que ayuden a fortalecerlas y así lograr una distribución más equilibrada y una mejor inserción en el mercado de bienes y servicios culturales, especialmente el de su patrimonio turístico con el que se propenderá impulsar proyectos intersectoriales en el ámbito de las futuras negociaciones comerciales nacionales e internacionales.

En los últimos años el sector cultural se encuentra en una constante dinámica de transformación, vivida a remolque de los cambios que sufren las sociedades ante los efectos de la globalización y otros fenómenos sociales y culturales de gran trascendencia. En poco tiempo se han renovado e incorporado conceptos, desplomándose certezas y apareciendo nuevas incertidumbres en los horizontes de los agentes culturales de la región, los cuales han de operar en unas realidades sociales y económicas cada vez más difíciles e injustas y la adecuación a estos nuevos escenarios culturales.

Como lo recuerda Lamo Espinosa en documento “Una Propuesta De Las Ciudades Para El Desarrollo Cultural”: “la cultura siempre ha presentado dificultades de adaptarse con prontitud a los cambios sociales, tecnológicos y económicos, y responder ágilmente a las transformaciones sociales que conlleva”. Desde este punto de vista, la carrera de Gestión Cultural podrá ser tomada como el punto de apoyo para el estudio, fortalecimiento y estructuración del potencial artístico existente en la zona, tendiente a implementar una nueva fusión cultural en la Región de Urabá, pero con la ayuda de personas comprometidas con esta tarea, y conocedoras de la gran importancia que para el desarrollo y beneficio de una sociedad posee el cultivo de la cultura, con nuevos perfiles ocupacionales que garanticen su perdurabilidad, y la reafirmación de las investigaciones de su patrimonio cultural tangible e intangible a fin de salvaguardar y difundir la memoria pluricultural que encierra esta región, especialmente el municipio de Turbo. Afirmando que la cultura significa civilización, ésta se podrá edificar siempre a partir de unos valores que den paso a unos derechos y deberes que quedan fundamentados en los ordenamientos jurídicos. La reciente globalización y su indudable dimensión cultural adolecen de marcos de referencia internacionales y de acuerdos que permitan gestionar el carácter público, comunitario o constituyente de la cultura, más ahora con la oportunidad que se le presenta a la Región de Urabá con la nueva estratificación del municipio de Turbo erigido Distrito Especial. La lucha contra la pobreza y la inclusión social constituyen aspectos fundamentales en este proceso. A la vez, la cultura no puede desarrollar su dimensión constituyente sin una participación ciudadana más profunda, sin abordar los mecanismos de construcción de la identidad, sin implicar la nueva ciudadanía procedente de las migraciones recientes, sin valorizar la solidaridad para con nuestros conciudadanos, sin incorporar las identidades múltiples y en evolución, sin priorizar la educación y la cultura como aspectos transversales de la vida de las personas.

Leyendo a Lamos Espinosa, éste confirma lo anterior cuando expresa en sus escritos, que durante el siglo XX, casi todas las sociedades deben aprender a proyectarse hacia el futuro a partir de un pasado donde el patrimonio, en sus múltiples presencias (desde el patrimonio arqueológico al patrimonio etnológico), tenga un papel fundamental. Además asegura, que en los primeros años del siglo XXI, la combinación de interconexión y saturación de información han fragilizado algunos ecosistemas culturales, especialmente en aquellas áreas geográficamente periféricas o socialmente deprimidas y, en donde se deben crear nuevos entornos urbanos favorables al desarrollo cultural y además la creación de espacios públicos, evitando una privatización de los mismos. Al mismo tiempo afirma que la globalización ha permitido poner en valor tanto algunas culturas locales “congeladas en el tiempo” como destacamento de aquellos casos de hibridación creativa entre la tradición y la innovación. Y finaliza diciendo, que el patrimonio (tangible e intangible) y la memoria constituyen elementos básicos del desarrollo cultural.

En esta primera década del siglo XXI, muchas organizaciones públicas y privadas, han colaborado desinteresadamente con la promoción y difusión del patrimonio cultural urabaense, realizando diferentes eventos, con el único propósito de mostrarle a las demás regiones de Colombia, que en este lugar hay un inmenso potencial de riqueza cultural dispuesto a ser mostrado ante el público que lo desee, y afirmando con mucho respeto, que éste no tiene nada que envidiarle a las otras regiones del país. Esta es otra prueba más para afirmar que la Gestión Cultural en Urabá tiene un futuro promisorio, y que su estudio se podrá seguir difundiendo a través de aquellas instituciones que presten su concurso en esta zona, sin temor a pensar en el fracaso de esta nueva innovación curricular.

La creación artística, en todos sus formatos y situaciones, desde las creaciones de las primeras comunidades hasta la creación de las grandes metrópolis, constituye una de los elementos esenciales de transformación de la realidad social. La creación conjuga tanto el compromiso del mundo del arte con las realidades de cada momento histórico, y con la existencia de derechos asociados a la creación. Si la participación en la experiencia cultural, especialmente artística constituye, hoy, uno de los elementos claves para la configuración de una ciudadanía más comprometida y para la profundización de la democracia, elementos como la formación artística, la pedagogía del arte, la formación de redes y la financiación de la cultura, cobran una importancia en este medio; desde este punto de vista, la perspectiva profesional de la cultura aunque haya sufrido grandes debates entre su finalidad social y la necesaria eficacia de sus acciones, es necesario y de suma importancia una profesionalización de su encargo social dentro de la gestión de la cultura, que conviva con un mercado de trabajo (oferta y demanda) de profesionales de acuerdo con las necesidades de las políticas y las organizaciones culturales.

Retomando todas las concepciones anteriores, se podrá aseverar que la Gestión Cultural, ha nacido como el pilar normativo de todos aquellos hechos o acontecimientos que se puedan encuadrar en un marco legal bajo la figura de arte en todos los sentidos de la palabra, de tal manera que ésta nueva experiencia pedagógica pueda alcanzar la trascendencia esperada en la fusión con su vínculo curricular, y poder tener la certeza que su relación con los futuros gestores y con su medio de aplicación, sean un éxito y den los resultados esperados por todos los actores comprometidos con su creación y desarrollo.

En este orden de ideas, la Gestión Cultural y su praxis en la Región de Urabá le espera un futuro promisorio, por que sin lugar a dudas, es en esta parte del territorio colombiano en donde las manifestaciones artísticas no han sido estudiadas, ni explotadas a fondo, y en donde el potencial socio- cultural es uno de los más ricos y variados del continente por la confluencia de las diferentes etnias que en su territorio habitan; por ello aplicando la Gestión Cultural como fuente de investigación etnográfica, se vislumbra una industria de trabajo muy asertiva en la medida en que las personas encargadas de su fundamentación, como lo son los gestores culturales no lleguen a imponer, sino a seleccionar y reconstruir su propio saber en función de los resultados obtenidos en su estudio del contexto social de su mismo lugar, y trabajen de la mano con las diferentes entidades gubernamentales y que sepan valerse del posicionamiento de las nuevas políticas internacionales de globalización, para así darle el estatus que ésta se merece y sea aprovechada como fuente de trabajo del patrimonio cultural de esta región, utilizando los roles de emisor y receptor cultural de sus habitantes. Se entiende que para que la obra sea posible, debe haber una garantía de continuidad; resolviendo no solo la salvaguarda de sus valores tangibles, sino también implicando a la población residente, convenciendo a actores que tradicionalmente no se han visto involucrados en la acción, generando empleo y viviendas y todo lo relativo a ella, para que se pueda habitar dignamente, requiriendo de tiempo para obtener resultados serios, para dar continuación a los programas, para generar confianza en todos aquellos que deban participar y que serían muchos, pues se trata de una responsabilidad compartida, pero con una entidad líder que convoque, que concilie, pero que además tenga jerarquía para garantizar un proyecto a largo plazo, con acciones intermedias en el corto y en el mediano plazo, dentro de un espacio de creación y de transformación, con una convivencia sencilla entre las personas del lugar y las que visitan, entre todos y el ambiente, una relación que incorpore los nuevos conceptos de género y de inclusión, dentro de la escuela, biblioteca, en los hogares en el museo, etc., dando sin lugar a dudas un renacimiento de esperanza en el campo de la Gestión Cultural.

Semana Santa y gastronomía


Dulces y Comidas

La Gastronomía de la Semana Santa en Turbo (Dulces y comidas)


La tradición del pueblo de Turbo en la Semana Mayor, es bastante concurrida en el campo espiritual y en el ámbito gastronómico, hablando en términos populares, ya que sus habitantes aprovechan esta época de reflexión, para mostrar y preservar nuestro patrimonio gastronómico, elaborando y presentando los mejores platos propios de nuestro lugar.


Les presento varias tomas fotográficas para que se deleiten.


Los invito a seguir en reflexión con Dios y con nuestra propio interior.